Apellido catalán que goza de muy escasa difusión y que hallamos documentado con las formas de escritura Altimira, Altamira y Altimiras, todas ellas variante de uno mismo. Según señala don Francesc de B. Moll en su obra "Els Llinatges Catalans", nació este apellido de la forma femenina del antiguo apellido Altimir/Altamir, derivado del nombre propio de origen germánico Alta­mir/Altimir.

Existen, además de las citadas, las variantes Altimir, Altimis, Artimir, Artimis y Ardemí, todas ellas con un origen etimológico común. Tienen los Altimiras su principal asiento en la provincia de Barcelona, y menores en las de Girona, Comunidad de Madrid, Tarragona, Valencia, Baleares y Lleida, entre otras. A principios del siglo XX vivía en la ciudad condal Amadeu Altimira, vidriero especializado en trabajos artísticos, con taller en la calle Samsó, 8. En esa misma época floreció el pintor acuarelista Joan Altimiras, que participó en la exposición que la barcelonesa "Agrupació de Aquarellistes" celebró en 1927 en las Galerías Layetanas.

Armas.- Don Francesc d´A. Ferrer i Vives recoge en su “Heràldica Catalana” para Altamir/Altimir (Altamira/Altimira): En campo de azur, cortado de oro, y sobre el todo un monte sumado de una cruz; la cruz, de oro, sobre el campo de azur, y el monte, de sinople, sobre el campo de oro.