De Mallorca, con casa solar en la villa de Santa Margarita, del partido judicial de Inca. A ella pertenecieron Rafael C., sabio jurista, y su hijo el doctor y presbítero Baltasar C. y Danus, y el padre Pedro C., religioso franciscano que murió en Palma de Mallorca en 1572 e olor de santidad. En Mahón hubo otra casa de este apellido, de la que descendía: Francisco C. y Albertí, natural de Mahón, que contrajo matrimonio con doña Rosa Fonales y Escalona, natural de Cádiz, y fue su hijo. Mateo C. y Fonales, natural de Cádiz, sargento mayor de los batallones de Marina en Cartagena, que casó con doña Josefa Eliza lasqueti, de igual naturaleza, y procrearon a Francisco C. y Eliza, natural de Cartagena, cadete de guardias de infantería española y caballero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 30 de abril de 1766.

Linajes de este apellido radicaron en Cadiz