Yo conocí a mi papá Valenzuela y de él escuché los comentarios de mi abuelo Valenzuela, y porque mne conozco yo misma, el apellido Valenzuela es de personas fuertes, con un alto espíritu de la justicia, respetuosas, con mucha visión y en las que su inteligencia sobresale bastante del general.
Un defecto sería que somos algo tercas porque ya hemos analizado todas las posibilidades y opinamos a futuro, de vuelta, mientras los demás están de ida.

Soy de apellido Valenzuela, naci en Temuco Chile, lejendo en la biblioteca de Santiago en Chile, descubri que dos hermanos llegaron a Chile por vuelta del año de 1.530, uno permanecio en Santiago, el otro se fue al sur ciudad de Valdivia, donde murio en batalla con indigenas del sur de Chile, soy descendiente deste valenzuela, en Chile ai muchas famílias con este apellido.

Soy Antonio Valenzuela López hijo de Juan Valenzuela Arco.

Mis Apellidos Silva Valenzuela, Juan Pablo, de Santander del Sur - Colombia.

Somos descendientes directos de la familia que acompañó al Padre Eloy Valenzuela durante la campaña libertadora de Simón Bolívar, en su mayoría radicados en Girón y Bucaramanga; donde existe la casa de los Valenzuela, que los descendientes directos conocimos y firmamos en su libro de familiares hasta el día de hoy.

Familia que se conoce hasta el día de hoy por su gran prestigio, cultura y honorabilidad, gozando de gran respeto social y posición económica, ya desde la época de la colonia.

Desciendentes directos de los primeros Valenzuela del siglo XI y que llegaron en la época de la colonia a Colombia; los De Valenzuela Y Martín Nieto

Soy de Perú mi Padre Valenzuela Vargas es de Ayacucho-Perú nuestros antepasados como es obvio llegaron aquí de España desde los tiempos de la conquista de América, bueno en mi familia nos caracterizamos por ser personas de gran nobleza de una mentalidad y consciencia extendida, amantes de la vida y de las aventuras, por tal motivo nos es difícil asimilar adoctrinamientos religiosos o ser reprimidos por prejuicios inválidos que atentan contra nuestra naturaleza intrépida y rebelde.