Muy antiguo apellido de origen toponímico (también registrado como Almonacil y Almonacir), poco frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en la Comunidad de Madrid y en la provincia de Valencia, con notable presencia en Barcelona; asientos menores encontramos en Toledo, Jaén, Cuenca, Guipúzcoa, Zaragoza, Murcia, La Rioja, Almería, Burgos, Alicante, etc. Procede del topónimo Almonacid, nombre de poblaciones como Almonacid de la Cuba (Zaragoza), Almonacid de Toledo (Toledo), Almonacid de Zorita (Guadalajara), etc., cuyo étimo es una forma árabe derivada del latín monasterium con aglutinación del artículo árabe –al, “el monasterio”. Hubo, por tanto, varias casas solares de este apellido, no emparentadas entre sí. La presencia de numerosas familias Almonacid en Valencia es consecuencia de la repoblación de aquellas tierras por aragoneses, donde existían familias apellidadas Almonezir, según el censo aragonés del año 1495, en Teruel y Rodén (Teruel).
Juan Almonacid López Pintado, de Torrelaguna, vecino de Madrid, probó su nobleza ante la Real Chancillería de Valladolid, en 1572. Diego Almonacir, tesorero de la casa de la Moneda de Sevilla, recibido en el estado noble de Madrid, ejerció cargos del Ayuntamiento. Agustin Homo-Dei Milanes Almonacid, fue primer marqués de la Rivera, por gracia de Felipe IV, en 1663.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge: En campo de plata, un mortero, de sable.
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