Antiguo apellido de origen vasco, poco frecuente y registrado sobre todo en Guipúzcoa y Vizcaya, siendo notable su presencia en Navarra, La Rioja y Madrid, y menor en Barcelona, Cantabria, Asturias, Teruel, Zaragoza, Valencia, Tarragona, etc. Procede de la voz vasca -arandia-, “el valle grande”, “endrinal”, “bosque de ciruelos”, en referencia a las características del terreno en el que tuvieron los Arandia su primitiva casa solar, que, según antiguos Cronistas, estuvo situada cerca de Durango, de la que salieron distintas ramas que fundaron nuevas casas en Miravalles, Zeberio, Ariezta y en la villa riojana de Briones.
El primero de este apellido, descendiente de la casa de Durango, fue Íñigo Pérez de Arandia, del que descendieron Juan y Diego de Arandia, miembros de la nobleza vasca. De la casa de Briones (La Rioja) descendieron Antonio Lucas y Matías de Arandia Delgado, quienes vieron reconocida su nobleza, en 1643, por la Real Chancillería de Valladolid. Las Juntas Generales de Vizcaya reconocieron la nobleza de María de Arandia y Bilbao, natural de Begoña, en 1794, y José Arandia y Pueyes, vecino de Orduña, se cruzó caballero de la Militar Orden de Calatrava en 1829.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras A-CH, página 147, recoge para Arandia, en primer lugar, el siguiente escudo de armas: En campo de sinople, un brazo moviente del flanco siniestro, con armadura de plata, que sostiene en la mano una calavera; bajo el brazo, un alfanje, también de plata.
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