Es originario este apellido de la villa de Ocaña (cuyo nombre tomó), en la provincia de Toledo. Sus ramas se extendieron por ambas Castillas y Levante, llevando también el apellido a otras regiones.
Los Ocaña que hicieron su asiento en Murcia fueron tenidos siempre por buenos hijosdalgo, y así consta en un padrón de cobranza de moneda forera del año 1548, en el que Bartolomé de Ocaña aparece declarado hijodalgo.
Armas:
En campo de azur, una banda, de gules, acompañada en lo alto, de un castillo, de plata, y en lo bajo, de un ansar del mismo metal. Bordura de oro, con cuatro cañas de sinople, dos en cada costado.
De gules, con un león rampante, de oro, que tiene en la mano diestra una espada de plata. Bordura de oro con cuatro flores de lis de azur y cuatro sotueres de gules alternando.
En campo de azur, un castillo o torre de oro puesta sobre una peña blanca o de plata.
Parece ser que estas armas son las primitivas y puras del linaje. Constan en el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de la Orden de Alcántara Gaspar José de Ocaña y Alarcón, citado en anteriores líneas.
Escudo de quince jaqueles de oro y gules en abismo, una esmeralda de sinople.
En campo de gules, un escusón, de plata, con una lanza, de sable.
En campo de oro, una cruz floreteada, de gules, acompañada de cuatro flores de lis, de azur: bordura de gules, con ocho aspas, de oro.
En oro, un árbol, de sinople y a su lado, un jabalí, de sable, al que dos perros cogen por las orejas.
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