Apellido, poco frecuente y disperso por España, si bien se registra sobre todo en la Comunidad de Madrid, Asturias, Sevilla, Barcelona, Badajoz, Cáceres y Cantabria; asientos menores se registran en Cádiz, Vizcaya, Valencia, León, Málaga, La Coruña, Huesca, Zaragoza y Alicante.
Procede del antiguo nombre de bautismo castellano Suero, de etimología dudosa, pero que, según algunos filólogos, podría tener su origen en un nombre personal germánico derivado del radical swar-, swer-, con el significado de “pesado, grave”.
De Suero deriva el patronímico Suárez, “hijo o descendiente de Suero”. Hubo, por tanto, distintas casas del apellido, teniéndose por las más antiguas y de las que salieron más ramas del mismo, las asturianas, que pasaron a otros lugares de España, en calidad de conquistadores y repobladores.
Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su nobleza, entre otros apellidados Suero: Alejandro Suero, vecino de Alcorcón (Madrid), en 1783; José Suero, natural de Llanes (Asturias) y vecino de Sevilla, en 1752; Francisco Suero González, vecino de Niembro, Concejo de Llanes (Asturias), en 1716, y Matías Suero, vecino de Escaro, jurisdicción de Burón, en 1785. Igual probanza de nobleza hizo ante la Real Chancillería de Granada, en 1799, Tomás Joaquín Suero y Lobato, vecino de Membrio (Cáceres).
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”, tomo letras S-Z, recoge, en primer lugar para Suero: En sinople, un panela, de oro. Bordura de gules, con ocho aspas, de oro.
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