Apellido poco frecuente y disperso por España, si bien se registra, sobre todo, en Cádiz, Sevilla, Madrid y Barcelona, siendo notable su presencia en Málaga, Vizcaya, Cantabria, Alicante, Tarragona, etc. Tuvo su origen, en parte, en La Ahumada, cortijo del municipio de Tarifa (Cádiz), cuyo nombre deriva de –ahumar-, “poner al humo alguna cosa”; desde el s. XV es “la señal que para dar aviso se hace en las atalayas o lugares altos”, voz que registra Nebrija en 1492.
No obstante lo anterior, se tiene por más antigua casa de Ahumada la que se halló en las montañas de Palencia, cerca de Aguilar de Campoo, de la que fue Fernando de Ahumada, que se halló con Don Pelayo en la toma de Oviedo. Probaron su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid: Agustín, Diego y Sancho Ahumada, vecinos de Leiva (La Rioja), en 1518; Diego de Ahumada, vecino de Peñaranda (Burgos), en 1562, y Sancho de Ahumada, vecino de Villanueva, en 1604. La misma probanza de nobleza hicieron ante la Real Chancillería de Granada: Juan Ahumada, vecino de Cádiz, en 1715; Andrés Ahumada y Mendoza, vecino de Ronda (Málaga), en 1615; Alonso Ahumada Mudarra, natural de Ronda y vecino de Olvera, en 1564; Francisco Ahumada Mudarra, natural de Ronda y vecino de Olvera y de Jimena, en 1583, y Francisco y Andrés Ahumada Mudarra, naturales y vecinos de Ronda, en 1593.
Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Ahumada, en primer lugar: En azur, tres luceros de oro.
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