Los datos que aportan diversos tratadistas sobre los apellidos Olmo, del Olmo y Olmos, no descubren si son modalidades de un mismo linaje o apellidos distintos. Tampoco esclarecen su origen. Algunos manifiestan, refiriéndose unas veces a los Olmo y otras a los Olmos, que proceden de caballeros godos que pasaron desde Alemania a la Gascuña y luego a la conquista de Barcelona, en donde quedaron heredados. Otros se concretan a consignar que son catalanes. Otros afirman que tuvieron su primitivo solar en las montañas de León, junto a Asturias. Otros, que su casa solariega estaba sita en el lugar de Revilla, de las montañas de Burgos, sin que puntualicen qué lugar es ése de los varios del mismo nombre que en las provincias de Burgos y de Santander existen. Y otros, finalmente, reducen sus noticias a decir que son de Castilla la Vieja.
Referencias tan varias y contradictorias, sólo en parte coinciden con las plenamente comprobadas. Y las comprobadas acusan que hubo familias del apellido Olmo o del Olmo en los partidos judiciales de Pastrana y Sigüenza (Guadalajara); en las montañas de Burgos, que comprenden parte de esta provincia y de la de Santander, y en Valencia. Y que otras familias apellidadas Olmos radicaron en Cataluña, en las provincias de Valladolid, León, Zamora y Cáceres, y en las ciudades de Almería y Córdoba.
Probó su nobleza en la Orden de Santiago (1700, 1701 y 1708), y en la Real Chancillería de Valladolid (1613, 1757, 1772 y 1772).
De la Casa de Torrelaguna (Madrid) fue don Andrés Esteban del Olmo y Ropero de la Plaza, que pasó a La Habana estableciéndose mas tarde en Guatemala, donde vivía por 1735, dejando sucesión.
Armas:
En campo de plata, un lobo andante, de sable. Bordura de sinople, con ocho aspas de plata.
En campo de púrpura, una cruz, de oro.
En campo de azur, un águila, de plata.
En campo de oro, un olmo de sinople, y dos lebreles blancos, acollarados de gules, atados al tronco con una cadena de hierro; bordura de gules, con ocho aspas, de oro.
En campo de plata, un árbol, de sinople, arrancado y surmontado de una espada, de oro, encabada de sable.
En campo de oro, un olmo de sinople, de una de sus ramas cuelga un yelmo de azur, y de éste con unas correas de azur, un pavés (escudo antiguo que tiene una muesca en la brazadura) de gules, con nueve roeles, de plata.
En campo de oro, una cabeza de erizo, de sable.
|