Este apellido es muy extendido en la penísula con numerosas casas solariegas. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la defensa de las tierras de Cataluña contra la invasión francesa de 1.285 especialmente en las heróicas resistencias de Castelló de Ampuries y Perelada. Las referencias de esta familia parecen precisarse con más frecuencia desde el siglo XV al XIX en especial los hechos de lepanto, acompañando las tropas catalanas de asalto y abordaje de D. Juan de Austria en los hechos de 1.571. Todo ello parece coincidir con la memoria familiar de algunos de los miembros de la rama de la familia Barenas. Son sus armas: En azur, una grulla de plata, con una piedra en la diestra. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia B., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento grulla simboliza un gobierno bien ordenado bajo el poder de un buen jefe, que reparte en turnos la vigilancia; también simboliza prudencia en el arte de gobernar los pueblos. Los esmaltes del arma de los B. pregonan los siguientes valores: el Azur corresponde al símbolo del agua, de la continuidad de la vida, es un color de nobleza, belleza, castidad y fidelidad, además otras virtudes caracterizaban a la familia, tales como la abundancia económica, la perseverancia, la suerte, la fama y el afán de victoria.
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