Apellido de origen toponímico, no demasiado frecuente y registrado sobre todo en la región murciana y en Andalucía. Procede del topónimo Caravaca (de la Cruz), nombre de una histórica población en la Comunidad de Murcia, tal vez la antigua Carca, ya citada por Tolomeo. Los árabes la llamaron Carictuca, y su étimo parece ser de origen preindoeuropeo, formado a partir de la raíz Carab-, de kar, “piedra”, común a otros topónimos, como Carabanzo (Asturias), Caravantes (Soria, Toledo, Ciudad Real), Carava (Badajoz), etc. Hubo, por tanto, distintas casas solares del apellido Caravaca, no emparentadas entre sí, pero todas ellas originarias de Caravaca (de la Cruz), cuyo nombre tomaron los progenitores de las familias hoy así apellidadas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar así su origen geográfico.
Así, en el libro “Repartimiento de Lorca”, se cita a Gil de Caravaca, que recibió tierras en la II (1266-1270) y IV (1295-1330) repartición. De una familia que tuvo solar en la villa de Morón de la Frontera (Cádiz) descendió el caballero Andrés Adán Caravaca y Jiménez, que fue reconocido como Hijodalgo, en 1796, por la Real Chancillería de Granada.
En el Archivo General Militar de Segovia se guardan, entre otros, los expedientes de los oficiales llamados: Diego Caravaca, Infantería, 1814, Noble; Francisco Caravaca, Artillería, 1759; Joaquín Caravaca, Infantería, 1794, “Persona Honrada”; Manuel Caravaca, Infantería, 1769, Noble, y Domingo Caravaca y Torres, Marina, 1883. Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge para Caravaca: En campo de plata, dos encinas de sinople, con un lobo atravesado a sus troncos.
|