Apellido, poco frecuente y registrado sobre todo en Vizcaya, siendo notable su presencia en Álava, Madrid, Burgos, La Rioja, Guipúzcoa y Cantabria. Procede del topónimo Castresana, nombre de una población del Ayuntamiento de Junta de Oteo (Burgos) y de un barrio de Bilbao, con origen en la voz –kastresana-, “encinal”, según Mogrobejo, quien señala que tuvo diferentes casas solares en el valle de Aiala, Llanteno (Álava), en el Señorío de Vizcaya (con casa en el barrio de Castresana, de Bilbao), Castro Urdiales y Castresana (Burgos).
De la casa de Castresana en Llanteno (Álava) procedió una rama que pasó a Portugalete (Vizcaya), de la que fue José de Castresana y Urquijo, nacido en Llanteno, quien obtuvo Sello Mayor de hidalguía en Bilbao, en 1759. Ante la Real Chancillería de Valladolid ganaron Real provisión de hidalguía, entre otros Castresana: Francisco de Castresana, vecino de Berberana (Burgos) y natural de Villanañe, en Valdegovia (Álava), en 1736; Pedro de Castresana, vecino de Miranda de Ebro y natural de Espejo (Álava), en 1720, y José de Castresana, vecino de Zadornil (Burgos) y natural de Nograro (Álava), en 1744.
Armas.- Partido. 1º, en gules, tres saetas de oro con los hierros de plata, atadas con una cinta de gules, y debajo de cada saeta una cinta de oro, y 2º, en azur, una torre de plata sobre ondas de agua de azur y plata, y a su puerta un león rampante, de oro, coronado de lo mismo, con una flor de lis de oro en la mano; sobre la torre del homenaje, un águila de oro. Bordura de oro, con diez aspas de azur.
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