Tuvo casas en la villa de Azpéitia y en el lugar de Bedoña, del Valle Real de Léniz, todo en Guipúzcoa. Son sus armas: Partido: primero, de plata, con una banda de gules, acompañada de dos árboles de sinople, con un lobo de sable, herido y empinado a su tronco, y segundo, de oro, con un hombre armado, con una espada desnuda en una mano y en la otra una cabeza de moro, con turbante. En el jefe, una cruz llana, de gules. Por referencias de historiadores de la época, podríamos afirmar, pero no asegurar, que este escudo u otro muy similar a él, apareció inicialmente desde el siglo XI al XIV, particularmente en la construcción de la casa y la iglesia de Roncesvalles, participando en las obras sufragadas por Sancho el Fuerte de Navarra.
Son sus armas: Partido: primero, de plata, con una banda de gules, acompañada de dos árboles de sinople, con un lobo de sable, herido y empinado a su tronco, y segundo, de oro, con un hombre armado, con una espada desnuda en una mano y en la otra una cabeza de moro, con turbante. En el jefe, una cruz llana, de gules. El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes formaron el origen de la familia E., pues esa era su función, la de manifestar a los demás sus elementos diferenciales, pues la inclusión del elemento banda quiere decir que pertenecieron a órdenes militares de caballería. Los esmaltes del arma de los E. pregonan los siguientes valores: la Plata corresponde al símbolo de la Luna, pureza, sinceridad, templanza, clemencia y amabilidad son las características espirituales de la familia, a las que hay que añadir otras como el afán de victoria y éxito y la elocuencia.
|