Apellido, no demasiado frecuente y repartido por España, con asientos notables en Madrid, León, Barcelona, La Coruña, Lugo, Sevilla, Almería, Granada, Zaragoza, etc.
Procede del topónimo Yebra, nombre de tres localidades españolas: Yebra (León), Yebra (Guadalajara) y Yebra de Basa (Huesca), cuyo nombre tomaron individuos que eran originarios de alguna de ellas, según fue costumbre en la Edad Media para indicar así su origen geográfico, Hubo, por tanto, distintas casas solares de Yebra, no emparentadas entre sí, algunas de ellas de reconocida nobleza.
El étimo del topónimo Yebra, según Menéndez Pidal, sería prerromano y céltico, en relación con la ciudad hispana de Aebura, del celta –eburos-, “tejo”.
Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, entre otros: Juan de Yebra, vecino de San Esteban de Valdueza (León), en 1564; Luis de Yebra, vecino de Castro de la Ventosa (León), en 1589; Hernando de Yebra, vecino de Ledesma (Salamanca), en 1560; Juan de Yebra, vecino de Seijas (La Coruña), jurisdicción de Alcañizas, en 1704; Francisca de Yebra, vecina de Ponferrada (León), en 1714; Lope de Yebra y Pimentel, vecino de Santo Tomé (Toledo), en 1736, y Dionisio de Yebra Quindos, vecino de Valdefrancos (León), en 1764. Otros Yebra probaron su nobleza en las Órdenes Militares de Calatrava (s. XVIII) y Alcántara (s. XIX).
Armas.- Unos Yebra: En oro, un árbol, de sinople, frutado de oro y acompañado de una escala, en la diestra, y de un montón (sic), en la siniestra.
|