Apellido castellano, relativamente frecuente y repartido por España, si bien se registra sobre todo en Madrid, Barcelona, Cádiz, Ciudad Real, Málaga, Murcia y Valencia. Pasó a Hispanoamérica. Tuvo una antigua casa solar en el lugar de Altamiros (Ávila), a cuyos habitantes se les llama –altamiranos-. No obstante, en otros casos, procede Altamiranos del gentilicio –altamiranos-, nombre dado a los naturales de lugares llamados Altamira existentes en España. El topónimo Altamiros/Altamira es el resultado de aglutinar “alta” y “mira”, en referencia a un lugar alto.
Del solar de Ávila salieron las ramas que se establecieron en Arévalo, Fontiveros y Arenas de San Pedro, para pasar posteriormente a Extremadura, Valladolid, Zamora, Cuenca, Andalucía y Canarias. Algunos caballeros Altamirano se hallaron en la toma de Baeza (1227) a los moros. Tuvieron casas muy nobles en Málaga, Álora, Granada, Medina-Sidonia y Jerez de la Frontera. Fco. de Altamirano y Andrade fue Marqués de Isla Hermosa, Regidor Perpetuo y Alférez Mayor de Málaga. Antonio Altamirano y Calatayud, bautizado en Madrid en 1660, se cruzó Caballero de Santiago, en 1675. Juan de Altamirano, natural de Trujillo (Cáceres), probó su nobleza para ingresar como religioso en la Orden de Alcántara, en 1596.
Probaron los Altamirano su nobleza e hidalguía ante las Reales Chancillerías de Valladolid y de Granada, así como para el ejercicio de cargos ante al Santo Oficio de la Inquisición.
Armas.- Fueron las primitivas: En plata, diez roeles de azur, puestos en tres palos.
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