Apellido, poco frecuente, con sus principales asientos en Barcelona, Baleares y Valencia, siendo notable su presencia en Lleida y Tarragona, y menor en Huesca, Madrid, Cádiz, etc. En Francia también existen, desde tiempos antiguos, familias Aloy o Aloi. Procede, según Moll, de una variante del nombre Eloy, que deriva del latín Eligius, “elegir”. Xavier Garma i Duran, en su “Adarga Catalana”, afirma que procede de Catalunya, y que tuvo su primitivo solar en el lugar de Vilamitjana, del valle de Castellbó (Lleida). Otros autores afirman que los Aloy o Alois desciendan de Roldán Loy, Alférez del Conde Don Nuño, que asistió a la conquista de Mallorca.

En el s. XIV se encuentra documentado un escultor de Barcelona conocido por Aloy, que labró algunas estatuas para la catedral de Gerona. De la casa de Vilamitjana fue Juan Bautista de Aloy, natural de Barcelona y oriundo de Vilamitjana, Gobernador del Vizcondado de Castellbó, que fue elevado a la dignidad de Noble del Principado de Catalunya el 8 de Abril del año 1680, asistiendo a las Cortes del Principado del año 1701. Gabriel Aloy Baquer, natural de Palma de Mallorca, probó su nobleza para ejercer el cargo de Oficial ante el Santo Oficio de la Inquisición de Mallorca, en 1754. José Aloy y de Pórtoles, natural de Figueres (Gerona), fue nombrado Caballero del Principado de Catalunya, en 1791.
Armas: En campo de gules, una rodela, de oro, y sobre ella una espada desnuda, con la punta hacia arriba, y la empuñadura de oro.

El patronímico Aloy procede, sin duda, de una modificación ortográfica provocada por la pronunciación francesa de Alou, un apellido que, como en su forma Aloul, se encuentra en documentos del siglo XIV de la Francia septentrional, al menos en la ciudad de Tournai y en el antiguo condado de Artois.
Alou, Aloi, Eloy, Aloy, Alodius, Elodius, Alodio, Elodio, Eulodius, Eligio].